Llamada Telefónica.
Cerraba los ojos, sujetaba con fuerza el auricular, trataba de escuchar cada sonido que produjera, y yo estaba hay, junto con el teléfono, de apoco aquel instrumento se apegaba a mi oreja, se sentía que todo se fundía, como me volvía parte de él. Mi corazón por cada momento que pasaba, este se aceleraba, como un torrente dé emociones, todas estas entrando a presión juntas con una sola dirección, el corazón, cada minuto que transcurría estrechaba mis ansias de colgar.
Mientras trataba de controlar ese cosquilleo que sube por la columna, la desesperación se apodera de mi mente – porque tendré que aguantar-, el deseo que puedan contestar es lo único que prima en tu cabeza, no hay recuerdos, no hay imágenes, solo la rabia acumulada por unos minutos de espera. Como buen hombre trato de dejar de un lado la desesperación -mente en blanco, mente en blanco- entre respiros, vuelvo a escuchar aquel sonido, mi oreja se fue agudizando al ritmo del timbre de espera del teléfono, el tenue sonido se fue agudizando, se fue apodero de apoco de mi cuerpo, como un hipnotismo callo sobre mi subconsciente, flagelando toda realidad percibida por mi cuerpo y dejándola en el olvido, sometió a la racionalidad de mi mente dando de beber un profundo sueño narcotizado asta no poder ver mis manos caí dormido, profundamente dormido. Yo estaba hay, casi muerto, mis movimientos eran nulos, ningún pobre músculo se podía mover, solo mi mente quedaba despierta, ella percibía lo que sucedía a mi alrededor, como una gran atleta se habría paso en los juegos, ella se habría paso a la realidad puesta enfrente de nuestro ojos – puedo recordad que solo en mis sueños tuve aquella libertad, la que me infringía un mundo sin limitaciones, donde la racionalidad es tan austera como la sociedad-. Mis lágrimas brotaban corrían sellando mis ojos a la noche. Y así todo sucedió…
…Ver nublado, no tener una salida clara, ver como el castillo de naipes se cae, pedazo a pedazo, estar hay observando y no poder evitar que los cimientos no colapsen, una vida muerta en un instante, deseas que todo este igual como antes, eres un solo mero espectador de tu vida…
… Estas solo, te quedas solo en las tinieblas, miras como una negra bruma te empieza a rodear y tu te quedas en silencio y solo lloras. Las lágrimas fruyen por tu garganta, fruyen como un rió sin causa, todo lo que te rodea se hunde en tu llanto y se vuelve un batro espeso, quedas atrapado, miras anonadado, tu mundo ahora son fotos, tu vida son fotos, vez el plano de tu vida y al final te vez como entras de apoco en el abismo que construyes, te quita el aire, pero la preocupación de vivir ya no esta presente, ya no quiero mas, ya no quieres mas, ya no quiero salvarme, ya tu no quieres salvarte, y te lanzas, me lanzo al abismo de mi mente, cerro los ojos para no ver, ver tu vida, espero que todo el dolor pase, ya no quiero recordad la vida en una cronología imprecisa. La roca es arena, blanco es negro, la gente habla y de su boca salen mariposas..
… huele al jardín de la abuela, las rosas que plantaban, al caer tropecé con rosas y pude ver a lo lejos..
Halo!! Halo!! ¿Hay alguien ahí? Y yo desperté y colgué…
